Es natural que padres y cuidadores se preocupen por el tiempo de pantalla que reciben
sus hijos, especialmente cuando las pantallas digitales están en todas partes, incluso en
las escuelas. La Dra. Nusheen Ameenuddin, pediatra de Mayo Clinic, comparte algunas
recomendaciones para facilitar el manejo del uso de la tecnología por parte de las
familias.
“Lo que desearía que todos los padres supieran es que las pantallas no son ni buenas ni
malas”, dice la Dra. Ameenuddin. “Todo depende de cómo las usa.”
La Dra. Ameenuddin dice que no hay evidencia de que los programas de televisión o el
tiempo de pantalla para niños pequeños tengan algún beneficio. Por lo tanto, es mejor
tratar de evitar el tiempo de pantalla para niños menores de 2 años, con la excepción de
las videollamadas con abuelos u otros familiares.
“Para los niños de entre 2 y 5 años, no sobrepase el límite de, más o menos, una hora de
contenido educativo de alta calidad; lo ideal es que sea contenido con poco o ningún
tiempo comercial”, aconseja.
Para niños de 5 años en adelante, esta situación es un poco más flexible.
“Cuando los niños tienen 5 años o más y están en la escuela, solíamos recomendar no
más de dos horas de tiempo frente a la pantalla por día de contenido no educativo”, dice
la Dra. Ameenuddin.
“Pero entendemos que es una tarea difícil de realizar. Y, a menudo, los niños están
utilizando las pantallas por razones realmente buenas, para hacer el trabajo escolar. Con
eso, lo que empezamos a recomendar es para asegurarse de que las pantallas no están
tomando el lugar de otras actividades importantes, como el trabajo escolar, las actividades
físicas y, principalmente, el momento de acostarse.”
“Hay un beneficio potencial de contenido educativo de alta calidad para los niños en edad
preescolar. Hay programas maravillosos que existen desde hace décadas y que están
realmente enfocados en enseñar a los niños”, dice la Dra.
La Dra. Ameenuddin afirma que un poco de televisión de alta calidad puede ayudar a los
niños a aprender sobre otras personas y culturas.
“En realidad, hay un estudio realizado sobre esto, y por mucho que hablemos de cómo no
queremos pasar mucho tiempo frente a las pantallas, hay un beneficio detrás de esto”,
dice la Dra. Ameenuddin. “Puede haber una mayor diversidad. Cuando los niños ven a
niños de otros orígenes jugando entre ellos, es más probable que digan, cuando se les
muestra a un grupo de imágenes, que pueden querer jugar con un niño de un contexto
diferente al que están acostumbrados o de su propio contexto.”