Si siempre dices que sí a todas las demandas de jefes, compañeros de trabajo, clientes y otras personas involucradas en el trabajo, quizás puedes llegar a sentirte muy importante o incluso irremplazable.
El problema es que puede llegar a convertirse en una receta para terminar sobrepasado y, en vez de conseguir los objetivos que persigues, provocar decepciones que afectarán a tu imagen profesional y al éxito de tu carrera.
Eso es lo que plantea Bruce Tulgan, fundador de la firma estadounidense de entrenamiento profesional para directivos empresariales Rainmaker Thinking y autor de libros como “El arte de hacerse indispensable en el trabajo”.
“La única forma de tener éxito es aprender a decir que no, haciendo que las personas se sientan respetadas”, dice Tulgan en diálogo con BBC Mundo.
Un desafío bastante complejo considerando que el ritmo de trabajo suele ser frenético y el nivel de competencia en las organizaciones muy alto.