Desde el lunes 4 de noviembre, el paso vehicular en la Frontera San Cristóbal hacía El Salvador fue bloqueado por habitantes del departamento de Jutiapa y transportistas, quienes exigen la reparación de la carretera y obstruyen la circulación en un tramo de 5 kilómetros de carretera, por lo que AmCham manifiesta preocupación ante el cierre de la frontera.
“Las pérdidas económicas para el sector privado, social y para el Gobierno de Guatemala son enormes con el cierre de una frontera tan importante, los bloqueos en carreteras causan incertidumbre a las empresas y provocan perdida en materia de competitividad del país a nivel mundial.” Expresó Juan Pablo Carrasco, presidente de AmCham Guatemala.
Además refiere que es de suma importancia que podamos contar con carreteras en buen estado. El deterioro de las mismas impacta de manera negativa en la economía del país, incrementando costos de operación para el transporte de carga y para los pasajeros, aumentando el tiempo de traslado de productos y de la población en general.
“Respetamos las opiniones y el derecho de los ciudadanos a manifestar, siempre que las acciones se realicen dentro del marco de la ley, pedimos a las autoridades correspondientes la restauración del orden y la liberación del paso fronterizo, ya que estas medidas violan los derechos de los ciudadanos como la libertad de locomoción y empeora la situación económica del país.” agregó Carrasco.
Uno de los principales objetivos de AmCham es promover los proyectos de materia de desarrollo para el país, por lo que lamentamos el accionar de los ciudadanos que han bloqueado la frontera, pero a su vez entendemos que la mejora en la infraestructura del país es un tema urgente y prioritario, necesitamos carreteras que permitirán avances importantes en materia comercial, promoción de inversión extranjera directa y turismo.
“Tenemos aduanas en puntos estratégicos que son atractivos para la inversión extranjera, pero a su vez, son no valederos dado que al momento de trasladar los productos no somos competitivos por los estados deplorables en los que se encuentran las carreteras.” Concluyó Carrasco.